Ambos productos están hechos a base de zumo 100% concentrado de frutas y no contienen conservantes ni azúcares añadidos.
El Certificado Halal garantiza que un producto agroalimentario ha cumplido todos los requisitos que demanda la Ley Islámica para poder ser consumido por la población de origen musulmán.
Para ello el Instituto Halal vigila el cumplimiento de los siguientes requisitos: no incluir ni contener en la composición de alimentos nada que sea considerado ilícito con arreglo a la ley islámica; los alimentos deben ser preparados, elaborados, transportados o almacenados utilizando aparatos que estén exentos de aquello que sea ilícito según la ley islámica; y por último, no haber estado en contacto con otros alimentos que no satisfagan los requisitos anteriores.